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QUARANTINE DIARIES

  • Foto del escritor: Sara Granja
    Sara Granja
  • 4 jun 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 11 jun 2020


¿Estamos seguras que queremos hacernos las siguientes preguntas?


¿Cómo verte más alta cuando eres bajita?

¿Qué prendas usar según tu tipo de cuerpo?

¿Cómo disimular las caderas?

¿Cómo esconder los brazos gruesos?

¿Qué colores debes usar según tu tono de piel?

Por nombrar solo un par de los interrogantes que han estado dando vueltas en las redes sociales a lo largo de esta cuarentena.


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Debo confesar que: uno que otro post de este estilo capturó mi atención e invitó a explorar esos consejos sobre cómo disimular algo que, “falta o sobra” en mi cuerpo. Mido 1.59 cm, claramente no soy la más alta del cuarto, de hecho uso bancos para abrir los anaqueles de la cocina. Sin embargo; no me siento insegura por mi altura. Al contrario, me gusta ser pequeña. Uso zapatos de taco porque me gusta ponerme en el “mood” especial/ chic/ elegante que ese estilo de zapatos propone, no porque quiera esconder mi verdadera altura. Soy feliz con mi altura, y nunca he sentido la necesidad de esconderla.



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"Las personas no queremos encajar, menos ser moldes. Queremos ser y sentirnos libres, eso es lo que verdaderamente nos hace bellas. Esta es la verdadera moda del siglo XXI."



Ahora, quisiera poner algo sobre la mesa. Posts que invitan a las pequeñas a “disimular” nuestro metro y medio, y por ende usar prendas que estilizan y favorecen mi cuerpo. ¿Qué me perdí? ¿Desde cuándo las mujeres decidimos las inseguridades de las demás? Este tipo de “consejos” o “tips” (ojo, se que seguramente son bien intencionados) me llevan a cuestionar el sentido que se le está dando a la moda, sobre todo por el impacto emocional que se genera a raíz de estas concepciones, que, desde mi humilde punto de vista son erróneas. Se me hace difícil comprender, que, en pleno siglo XXI sigamos analizando qué tipo de cuerpo tenemos, y, por consiguiente sólo algunas pueden tener el privilegio de usar cualquier tipo de prenda. Que tal que, (como es en mi caso) no tengo mucha cintura, (Las entendidas en el tema lo podrían calificar como un cuerpo cuadrado) y quiero utilizar pantalones altos. Expertas me dirían que ese tipo de pantalones no me favorecen. Entonces, me veré forzada a renunciar a la idea de que no puedo utilizar high waisted jeans. Implica que luche entonces contra mi percepción de que me veo hermosa en el espejo cuando los uso, y con lo cómoda que me siento con ellos, ya que, según la teoría “estos pantalones no son hechos para cinturas gruesas”.



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"No escondas tu altura, no disimules tus caderas o muslos, no uses un solo color porque te asesoraron que ese va con tu color de pelo."






Call me hater (please don't), pero, establecer estándares de belleza, sobre cómo debemos vestirnos, vernos por nuestra figura, color o peso me parece inútil. La belleza física y emocional se manifiesta a través de la diversidad, la autenticidad, la libertad y el amor propio, que, después de un largo camino para poder sentirnos libres, nos vemos amenazadas por “reglas” que están siendo establecidas y fomentadas por nosotras mismas sin darnos cuenta. No sabemos quien esta leyendo del otro lado de la pantalla, no sabemos si esa chica de por si tiene problemas con su autoimagen, y nosotras estamos alimentando o proponiendo que se debe sumar, o restar tal o cual cosa. La belleza no cabe en moldes, lo importante de la belleza es la autenticidad. Es muy distinto querer resaltar los aspectos que me gustan de mi físico, a esconder los que son considerados “negativos” por personas que se auto designaron la potestad de denominarlos de esa manera. No escondas tu altura, no disimules tus caderas o muslos, no uses un solo color porque te asesoraron que ese va con tu color de pelo. Tampoco midas tus pechos, ni disimules el ancho de tus brazos. Simplemente abre tus ojos y aprecia la belleza que hay en ti, en cada milímetro de tu cuerpo que te hace más perfecta y menos perfecta a la vez.


Por ahÍ escuché que, “encajar es de moldes.” Las personas no queremos encajar, menos ser moldes. Queremos ser y sentirnos libres, eso es lo que verdaderamente nos hace bellas. Esta es la verdadera moda del siglo XXI.


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